Entrevista al cuerpo de delegados de SanCor CUL

CDP: Vamos por partes, en principio y luego de un largo conflicto laboral, la empresa terminó reconociendo que tenía una deuda salarial con el personal que reclamaba. Esto demuestra que no era un reclamo caprichoso ni que ATILRA se quería quedar con la empresa como maliciosamente afirmaba un descerebrado y repetían sus acólitos pagos. En cuanto a la deuda, la empresa comenzó a pagar con algunos retrasos, por lo que estamos atentos para que los retrasos no se conviertan en un nuevo incumplimiento que nos obligue a retomar medidas.

 

CDP: Por él hablará su gestión, y como recién comienza, obviamente no tenemos opinión formada al respecto. Por supuesto que le deseamos lo mejor porque todo lo que sea por el bien de la fuente de trabajo y de las y los trabajadores afiliados a nuestra organización, siempre tendrá nuestro apoyo.

 

CDP: Un inepto malicioso. Un mitómano que debiera estar entre rejas, pero bueno, sabemos que la justicia es lenta. No olvidemos que la empresa se quedaba con nuestros aportes al sistema de seguridad social que nos descontaban de los recibos legales de haberes, pero no los ingresaban al fisco. La justicia se encuentra investigando hacia dónde desvió nuestro dinero en esas maniobras reiteradas de evasión fiscal. Estamos hablando de millones y millones de pesos.

 

CDP: Tampoco. Nos dirán que nosotros como trabajadores no tenemos por qué saber, pero la empresa se quedaba con nuestros aportes, entonces, es necesario que todo se conozca porque podemos estar no solo ante el delito de evasión, sino también de lavado. Todo debe ser investigado. De las catorce plantas industriales que SanCor tuvo, durante su gestión solo quedaron seis. La deuda contraída por la empresa durante el mandato de Sánchez avergüenza la historia de SanCor.

 

CDP: Lo primero que debiera decir es que SanCor, de procesar 4.500.000 litros diarios, durante su gestión llegó a procesar menos de 300.000 litros por día. Este gran mentiroso no es quien evitó el cierre de la empresa sino quien casi lo provoca.

 

CDP: Jamás. El que firmó todos los acuerdos previos fue él, nadie le puso una pistola en la cabeza, y el que luego se encargó de renegar de esos acuerdos también fue él. Un gran farsante.

 

CDP: Así como es una mentira que nosotros lo quisimos obligar a ingresar a un fideicomiso, también es una gran mentira que la empresa se encuentre consensuando una reestructuración de personal con nosotros. El poder de dirección lo tiene la empresa y es quien debe tomar ese tipo de decisiones, no nosotros. Nosotros, por supuesto, defenderemos a los trabajadores afiliados    que acataron las decisiones del gremio que es la misión que estatutariamente debemos cumplir, pero no somos los encargados de decidir quién se queda y quién se va. Con respecto a nuestros afiliados, hemos firmado un acuerdo de pago de deuda, ocupación efectiva y continuidad laboral que la empresa debe cumplir con los compañeros que acataron en un todo las decisiones que la organización estatutaria y legalmente procedió a poner en práctica. Las decisiones sobre el resto del personal no nos compete.

 

CDP: Todo es posible. Los directivos de la empresa y su línea gerencial lo han manifestado en más de una oportunidad analizando el tema como una salida eventual que propicie el salvataje de la fuente de trabajo. Es tema empresario, de decisiones empresarias. Nosotros en esas decisiones por supuesto no nos metemos y tampoco nos desesperamos. En cualquier caso nosotros, reiteramos, hemos firmado un acuerdo que no solo comprende el pago de una deuda, sino también la obligación de suministrar ocupación efectiva y continuidad laboral a nuestra gente.